Peso de la paracaídas
1,85 (contenedor de dos fases incl.)
Peso de la paracaídas
1,85 (contenedor de dos fases incl.)
El SKY DRIVE II está pensado para pilotos familiarizados con los requisitos de plegado de un paracaídas dirigible (que son más exigentes) y con suficiente experiencia para manejar con soltura un el sistema en conjunto.
Las principales características son:
La segunda generación del SKY DRIVE ofrece:
Contenido del paquete:
SKY DRIVE II | |
Superficie (m2) | 38 |
Peso (kg) | 1,85 (contenedor de dos fases incl.) |
Carga máx. al despegue (kg) | 135 |
Número de paneles | 2 x 8 |
Velocidad máx. durante apertura (km/h) | 115 |
Tasa de caída (m/s) | 4,4-5,0 |
Tasa de planeo | 2 |
Velocidad de avance | 2 x tasa de caída |
Homologación | EN 12491:2001 / LTF |
El SKY DRIVE II (que apenas pesa 1,85 kg) está fabricado con el tejido ultraligero PN 9 diseñado para paracaidismo deportivo. Este tejido puede aguantar muchas aperturas y su porosidad es de 2 a 3 veces menor que la de otros paracaídas de emergencia comparables, lo que le aporta una estabilidad muy alta durante los descensos. Y todo eso sin hacer concesiones a la seguridad o la durabilidad. Los cordinos de nylon también son nuevos y tienen mayor elasticidad, lo que reduce el impacto de la apertura y el riesgo de lesiones. El nylon funde también a una temperatura mucho más elevada que el Dyneema, lo que garantiza una mayor resistencia a la fricción.
El contenedor interior ha sido desarrollado especialmente y es de dos fases, para que garantice que el SKY DRIVE II únicamente se abra cuando los cordinos estén completamente extendidos, a una distancia segura de la vela principal, lo que previene entorchamientos o que los cordinos se crucen. A pesar de esto, debes tener presente que un paracaídas dirigible está pensado para pilotos con experiencia; volver a plegarlo no es tan sencillo como un paracaídas redondo, y tras desplegarlo en una emergencia resulta esencial un pilotaje activo.
Para garantizar que el SKY DRIVE II vuele correctamente, la vela principal debe anularse o recogerse. El SKY DRIVE II vuela con una baja tasa de caída y una notoria velocidad de avance; si no vuela avanzando, ¡cae muy deprisa! Por eso, aquellos pilotos que no estén seguros de poder manejar un sistema Rogallo deberían plantearse volar con un paracaídas redondo. Un Rogallo no es por sí mismo un sistema de emergencia más seguro, y su manejo y el aprovechamiento completo de su posible efectividad (aterrizar contra el viento) en caso de tener que lanzarlo a baja altura, puede que no sean tan claros como los de un paracaídas redondo.